La crisis de Corea y un rol para la Argentina

Corea del NorteLa cuestión de Corea es de larga data y fue, en los años cincuenta, uno de los casos más importantes que le tocó resolver a las Naciones Unidas poco tiempo después de su creación. La división de un país es casi siempre un último recurso, y difícilmente sustentable, especialmente si a la partición geográfica se le une profunda brecha ideológica, de alianzas y de desarrollo. Mientras Corea del Sur es uno de los diez países más desarrollados del mundo, cercano a EEUU y de la forma de vida de “occidente” como elección estratégica; Corea del Norte, se ubica entre los países más atrasados, alineada con gobiernos autoritarios, prácticamente sumergida en el aislamiento y atraso. Cuando las cosas se dan de esta manera la inestabilidad es casi inevitable y hoy el conflicto se volvió a agudizar. La gran diferencia con crisis anteriores radica en que Corea del Norte adquirió capacidad militar de vanguardia: posee tecnología nuclear y capacidad misilística de largo alcance, intercontinental, capaz de amenazar a los EEUU. Si bien no existe una receta simple para una crisis que involucra una dictadura emprobrecida, aislada y fuertemente armada, una primera reacción debería provenir del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Allí le cabe la voz más autorizada a China, principal apoyo régimen norcoreano hasta hace poco tiempo. No obstante, Argentina es hoy miembro no permanente del Consejo de Seguridad. Aun más, entre los miembros no permanentes del Consejo es el único que posee capacidad nuclear autolimitada a uso pacífico+tecnología misilística. Es por eso que a nuestro país también le cabe un rol en la búsqueda de soluciones a un conflicto que podría afectar al mundo entero. Al estar Argentina afiliada a la Organización Internacional de Energía Atómica y Régimen de Control Tecnología Misilística, puede junto con China y los otros países interesados ejercer de “buenos oficios” con las Naciones Unidas. No sería la primera vez que la Argentina contribuye a la búsqueda de soluciones en cuestión de Corea. Durante años noventa, por ejemplo, Argentina se incorporó a la Organización para el Desarrollo de la Energía de la Península de Corea (KEDO), que en ese momento había negociado congelamiento y reemplazo programa nuclear norcoreano para ofrecer experiencia y tecnología en materia alimentaria, imprescindible para un país atormentado por recurrentes hambrunas. Cabe recordar que después de su prueba nuclear del 2006 el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas votó sanciones contra Corea del Norte. Nunca está del todo claro si las sanciones surten efecto en los países totalitarios o si sólo perjudican al pueblo. De allí la posibilidad que dialogo entre pares en desarrollo que también se autolimitaron en cuestión nucleares, Argentina, Brasil, Sudáfrica, Ucrania, etc pueda ser más útil que el diálogo asimétrico de los poderosos contra régimen acorralado y fuertemente armado. Por eso, un grupo de países en desarrollo podría ser más eficaz para abrir los canales de contacto que EEUU y Japón, considerados enemigos de los norcoreanos. Las gestiones deberían canalizarse a través de las Naciones Unidas y bilateralmente con los países asiáticos más amenazados, como Corea del Sur y Japón, ya que al igual que China, son históricos interlocutores y socios de la Argentina en los ámbitos multilaterales. El escenario está a la vista. Lo peor para Argentina, fuerte actor regional y global en estos temas, sería no hacer nada. (Fuente: Iván Petrella – Infobae – 09/04/2013)

Steely Leader of South Korea Is Battle-Ready

Park Geun-hyeHer mother was shot by an assassin. And her father, a staunchly anti-Communist dictator, was similarly killed. And she survived a vicious razor attack to the face. Nobody doubts the toughness of South Korea’s new president, Park Geun-hye, whose upbringing has made her as steely a leader as they come. Now at the center of an escalating crisis with North Korea, Ms. Park, 61, is her country’s first-ever female leader, a fact that her rivals in the North have raised to taunt her. The stories of her mental toughness are legend, on learning her father had died, her first concern was whether North Korea was preparing to invade. Her first question after awakening from an operation after the razor attack in 2006, which left a scar across her jaw, was how her party’s campaign was going. Ms. Park is so tough-minded that even in South Korea, still one of Asia’s most patriarchal societies, her gender has mainly been a nonissue after some initial jitters. “In the past, during election campaigning, there was some doubt on whether a female president would do well at a time of crisis,” said Choi Jin, head of the Institute for Presidential Leadership in Seoul. “But through this current standoff with North Korea, she dispelled whatever doubt there had been about a female president by showing she was a strong-minded leader.” However, now that South Korea’s prized economy appears to be rattled by months of crisis, critics and supporters alike wonder if Ms. Park may have gone too far in presenting herself as an ultratough leader, and what some now call the “neuter president.” Just as some critics accused Hillary Rodham Clinton of becoming more hawkish to win over skeptics, Ms. Park took office seemingly ready to do battle. She filled the top security posts in her cabinet and presidential staff with former generals, decided to offer no real concessions until the North backs down, a change from some of the past administrations. Even officials in Obama administration, which has also taken a hard line against the North, have privately expressed fears that she might go too far if North Korea made a limited but deadly assault. To try to prevent an overreaction, the administration recently sent two stealth bombers to fly a practice run over South Korea to prove to the country’s leaders that they would not be left to face the North alone. Although Ms. Park does not highlight her history-making role as South’s first female president, her gender has been raised by leaders in Pyongyang, North’s capital, where society clings to traditional Confucian notions of women’s roles even as South Korea has begun to shed them. Last month, the North said her “venomous swish of skirt” was to blame for tensions besetting the peninsula, a reference to an old Korean expression for women who forget their place. The verbal tongue-lashing, which Ms. Park did not respond to directly, led some analysts to speculate that the North may have been underestimating her resolve, or at least testing her. If that was the point, it did not work (…..)

Link: http://www.nytimes.com/2013/04/13/world/asia/park-geun-hye-steely-leader-of-south-korea-is-battle-ready.html